09 Jul Origen y otras curiosidades de San Fermín
Esta semana, como no podía ser de otra manera, hemos hablado en nuestras clases de español en Estrasburgo de una de las fiestas más internacionalmente famosas y conocidas: las Fiestas de San Fermín, popularmente conocidas como Sanfermines.
La Fiesta de San Fermín, celebrada anualmente en Pamplona, Navarra, es una de las festividades más reconocidas de España y del mundo. Esta celebración, que se lleva a cabo del 6 al 14 de julio, tiene sus raíces en la combinación de tradiciones religiosas, eventos taurinos y festividades populares, formando una mezcla única y vibrante que atrae a miles de visitantes cada año.
San Fermín es uno de los santos más conocidos y venerados, especialmente en Pamplona, España, y Amiens, Francia. Sin embargo, la historia de San Fermín es una mezcla de leyenda y devoción popular que ha perdurado a través de los siglos, a pesar de la falta de evidencia histórica concreta.
Según la tradición, San Fermín nació en el siglo III, hijo de Firmus, un senador romano de Pamplona. Fue convertido al cristianismo por San Saturnino, un cura francés que visitaba la región. Fermín fue enviado a Toulouse, Francia, para formarse como obispo y luego regresó a Pamplona para evangelizar a los lugareños, librándolos de sus antiguas creencias paganas. Posteriormente, volvió a Francia, donde continuó su misión de cristianización en Aquitania, Auvernia, Anjou y finalmente en Amiens. Allí, según la leyenda, convirtió a miles de paganos antes de ser arrestado, torturado y decapitado un 25 de septiembre.
Los restos de San Fermín fueron enterrados en secreto y redescubiertos en el año 615, siendo trasladados a la catedral de Amiens, donde actualmente reposan. Aunque su cuerpo se ha dispersado en varias reliquias, con algunas presentes en Pamplona, la devoción a San Fermín ha perdurado y se ha transformado en una parte esencial de la cultura local.
A pesar de la riqueza de la leyenda, muchos historiadores consideran que la historia de San Fermín carece de base histórica. La leyenda surgió en el siglo IX en Amiens y llegó a Pamplona en el siglo XII. Investigaciones más recientes, como la tesis del historiador Roldán Jimeno, han confirmado que no hay evidencia histórica que respalde la existencia de San Fermín. La cristianización de Pamplona no comenzó hasta el siglo III, y en Amiens, incluso más tarde, lo que contradice las fechas tradicionales de la leyenda.
A pesar de las dudas históricas, San Fermín es el centro de una de las fiestas más famosas del mundo: los Sanfermines. Celebrada en Pamplona del 6 al 14 de julio, la fiesta incluye el famoso encierro, donde los participantes corren delante de los toros por las calles de la ciudad. Esta celebración, que mezcla devoción y jolgorio, es conocida mundialmente y atrae a miles de visitantes cada año.
La fecha actual de la celebración, en julio, tiene una explicación más práctica. En 1591, las festividades religiosas en honor a San Fermín se fusionaron con las ferias comerciales y las corridas de toros que se realizaban en verano, cuando el clima era más favorable y los asistentes podían participar con mayor comodidad. Así, la fiesta se trasladó al mes de julio, manteniéndose desde entonces.
El Chupinazo y los encierros
Uno de los momentos más emblemáticos de San Fermín es el «Chupinazo«, el cohete que se lanza desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona al mediodía del 6 de julio, marcando el inicio oficial de la fiesta. Este evento congrega a miles de personas vestidas con el tradicional atuendo blanco y pañuelos rojos, creando una atmósfera de alegría y expectación.
Sin duda, los encierros son el evento más famoso y esperado de la festividad. Estos consisten en una carrera de aproximadamente 800 metros por las calles del casco antiguo de Pamplona, donde los participantes corren delante de los toros hasta llegar a la plaza de toros. Los encierros se llevan a cabo todas las mañanas del 7 al 14 de julio, comenzando a las 8:00 a.m. Este evento tiene sus raíces en la necesidad práctica de trasladar los toros desde los corrales hasta la plaza de toros, pero con el tiempo se ha convertido en una tradición cargada de adrenalina y riesgo.
El origen de los encierros se encuentra en la necesidad práctica de trasladar los toros desde los corrales fuera de la ciudad hasta la plaza de toros. Durante el trayecto, que originalmente era guiado por pastores, los jóvenes comenzaron a correr delante de los toros como un acto de valentía. Con el tiempo, esta práctica se institucionalizó y se convirtió en el evento central de las festividades.
Entre las muchas curiosidades de San Fermín, destaca la figura de «San Fermín», una imagen del santo que se lleva en procesión el 7 de julio. La procesión es una manifestación religiosa que contrasta con el ambiente festivo y ruidoso del resto de las celebraciones, mostrando la dualidad de la festividad.
Otra curiosidad es la «Comparsa de Gigantes y Cabezudos», una tradición que data del siglo XIX. Estos gigantes, representando a diferentes continentes y figuras históricas, desfilan por las calles acompañados de cabezudos y kilikis, personajes que interactúan con el público, especialmente con los niños.
La fiesta también incluye eventos culturales, deportivos y gastronómicos. Desde conciertos y espectáculos de danza hasta competiciones de pelota vasca y degustaciones de la rica gastronomía navarra, San Fermín ofrece una variedad de actividades para todos los gustos.
Más difícil es saber el origen de la vestimenta ‘oficial’ de San Fermín, de blanco con el pañuelo rojo, el fajín del mismo color y las alpargatas. Se cree que esta tradición comenzó en 1931 con la peña de obreros ‘La Veleta’, que buscaba una manera de distinguirse de otras y optó por un uniforme barato y llamativo.
La Fiesta de San Fermín ha evolucionado considerablemente desde sus inicios. Originalmente, la festividad tenía un carácter eminentemente religioso y local. Con el paso de los años, la incorporación de eventos taurinos y ferias comerciales amplió su atractivo, haciendo que personas de todas partes de España comenzaran a asistir.
Un momento crucial en la internacionalización de San Fermín fue la publicación del libro «Fiesta» (titulada «The Sun Also Rises» en inglés) por Ernest Hemingway en 1926. La novela, que relata las experiencias de un grupo de expatriados estadounidenses y británicos en Pamplona durante las fiestas, capturó la esencia y el espíritu de San Fermín, atrayendo la atención del mundo hacia esta celebración. Hemingway, un apasionado de la tauromaquia, describió con detalle los encierros y la vida nocturna, lo que provocó un aumento significativo en el número de visitantes internacionales a partir de la década de 1950.
A lo largo de los años, la fiesta ha estado marcada por innumerables anécdotas y eventos notables. Por ejemplo, el encierro más rápido registrado tuvo lugar en 2015, cuando los toros completaron el recorrido en tan solo 2 minutos y 5 segundos. En contraste, el encierro más largo ocurrió en 1959, con una duración de casi 30 minutos debido a que uno de los toros se desorientó y se retrasó considerablemente.
Otro aspecto notable es la fuerte presencia de las peñas, grupos de amigos que se organizan para participar activamente en las festividades. Estas peñas no solo animan durante los encierros y corridas de toros, sino que también organizan desfiles y eventos musicales, contribuyendo significativamente a la atmósfera festiva de San Fermín.
Además, la seguridad durante los encierros ha mejorado con el tiempo. Aunque sigue siendo una actividad peligrosa, con un promedio de 50 a 100 heridos por año, las medidas de seguridad y la experiencia de los corredores han contribuido a reducir el número de incidentes graves. La última muerte registrada en un encierro fue en 2009, cuando un corredor español fue corneado en el cuello.
San Fermín no solo es una fiesta de gran importancia cultural para Navarra y España, sino que también es un importante motor económico para Pamplona. Cada año, la ciudad recibe a cientos de miles de visitantes, lo que representa un impacto económico significativo en sectores como la hostelería, la restauración y el comercio local. Las reservas de hoteles se realizan con meses de antelación, y durante la semana de fiestas, la ocupación hotelera suele ser del 100%.
La fiesta ha sido criticada por organizaciones de derechos de los animales, que condenan el maltrato a los toros durante los encierros y las corridas. Sin embargo, muchos defensores de la tradición argumentan que la tauromaquia es una parte integral de la cultura española y de las festividades de San Fermín.
Si te has quedado con ganas de más, aquí te dejamos un enlace donde podrás encontrar más imágenes de esta fiesta tan internacional:
En imágenes: veinte años de fiestas de San Fermín en Pamplona
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